miércoles, 24 de octubre de 2007

GO


Llevo unos cuantos días dándole vueltas a cual podría ser la próxima película del cineforum. Si, en mi recayó tan insigne tarea, un asunto delicado pues la última película fue “El Ejército de las Tinieblas” y según las normas, debatidas el pasado viernes, la próxima película ha de tener relación con la ya proyectada.
Ahora bien, no es que no se me ocurra ninguna opción, es que se me ocurren demasiados temas que pueden ser relacionados con dicha película.
Lo primero que salta a mi mente es el eterno conflicto entre el bien y mal, y en esa línea
propondría “Guardianes de la Noche”, película rusa que me sorprendió en su momento. A su favor: originalidad en el argumento, algún efecto especial memorable, pero en contra tiene que, a pesar de narrar una historia completa, no es más que la primera película de una trilogía (la segunda parte está actualmente en los cines: “Guardianes del Día”)

Otra posible relación es la que vincula a directores ahora famosos y metidos en la industria de Hollywood que también han realizado las películas que han querido. Sam Raimi es ahora conocido por “Spiderman” pero antes hizo “El Ejército de las Tinieblas”, ¿por qué no proyectar una película del director del “Señor de los Anillos”, concretamente "Tu madre se ha comido a mi perro" (a.k.a. "Braindead")?

¿O por qué no poner directamente una película de serie B? Una de esas películas en las que había alienígenas, zombis o parásitos espaciales capaces de poner en peligro a toda la humanidad? Una película como “La invasión de los ultracuerpos”. Tres remakes se han hecho ya del original, el último, con Nicole Kidman, a punto de estrenarse en España. Lamentablemente sólo tengo la segunda versión, esto es: el primer remake. Así que tampoco me convence.

Otro aspecto que podríamos analizar en “El Ejército de las Tinieblas” es la adaptación del protagonista a la nueva sociedad a la que se ha visto arrojado. Sus costumbres le marcan como extranjero y todos vimos lo difícil que le resultó al pobre Ash encajar en el nuevo mundo. Siguiendo esta línea se me ocurre que sería una buena elección la proyección de “Go”. Un poco pillado por los pelos, pero ahí va el resumen:

El problema de ser coreano en Japón (igualito que nuestro Ash y el problema de ser del siglo XX en el XIV pero sin “escoba de fuego”).

A la sociedad japonesa le cuesta aceptar todo aquello que venga de fuera. No es novedad la (¿antigua?) reticencia a todo lo occidental, pero esta exclusión no es patrimonio exclusivo del lejano occidente. Con la II Guerra Mundial, y la consiguiente colonización de Corea por parte de Japón, muchos fueron los coreanos que se embarcaron en la nueva aventura del traslado al país nipón, ya que, puesto que su país había sido colonizado, ahora tenían nacionalidad japonesa. Pero después de la declaración de San Francisco en 1952, todas las colonias pasaron a ser territorios libres, por lo que dichos colonos ahora japoneses (ex coreanos) pasaron a ser ciudadanos ilegales. La solución era la nacionalización pero, debido a que la doble nacionalización no existe, se debía renunciar a su pasado Coreano. Con el paso del tiempo, el gobierno japonés aprobó un estatus especial, el de “residente”. Hoy en día, aún sufren trato discriminatorio en cuestiones básicas como educación o derecho a voto.

La película, dirigida por Isao Yukisada, está basada en el bestseller homónimo del novelista Kazuki Kaneshiro. GO narra la historia de Sugihara (Yosuke Kubozuka), un coreano residente en Japón que, por su condición de extranjero, sufre la discriminación en sus propias carnes. Un padre ex boxeador (el veterano actor Tsutomu Takahashi) y una novia muy particular (la actriz Kou Shibasaki, de Battle Royale o Llamada perdida) completan el universo de la cinta y tiñen la supuesta historia de amor de un entramado de violencia, luchas, conflicto de identidad y autosuperación.

La novela de Kazuki Kaneshiro GO se convirtió en un éxito de ventas en el año 2000 y su éxito se vió coronado con el galardón más prestigioso de las letras japonesas, el premio Naoki, en su edición número 123. La película, al año siguiente, obtuvo unos excelentes registros en la taquilla nipona y se llevó 8 premios de la Academia Japonesa de Cine: Director (Isao Yukisada), Guión (Kankuro Kudo), Actor protagonista (Yosuke Kubozuka), Actor secundario (Tsutomu Yamazaki), Actriz secundaria (Kou Shibasaki), Cinematografía (Katsumi Yanagijima), Iluminación (Hitoshi Takaya) y Edición (Tsuyoshi Imai).

Raza, patria, nación... Al protagonista Sugihara le repatean estos conceptos. Coreano residente en Japón, al entrar en el instituto japonés vive en sus propias carnes la discriminación, la exclusión y las miradas de desprecio de sus compañeros. Hijo de un boxeador retirado, Sugihara aprende desde pequeño que, para tener una vida plena, hay que salir del círculo y asumir ciertos riesgos. No le gusta pegar, pero aún le gusta menos que le peguen...

Así que mi propuesta, tras darle alguna que otra vuelta, es “GO”. Muchos temas interesantes en una película original que espero que nadie (o los menos posibles) haya visto aún.

4 comentarios:

I, F. de Terán dijo...

Pues tiene muy buena pinta y mira que me ha sorprendido el tema por el que has decidido darle continuidad a las sesiones. Sin duda resulta mucho más interesante el problema de la adaptación que lo que en un principio propusimos tras el visionado del Ejército de las tinieblas. Le da un giro al asunto que creo que va a ser muy positivo.
Estoy deseando verla.

Cristina Alfonso dijo...

Y yo estoy deseando que la veáis para escuchar vuestras opiniones.
Viernes: Misma hora, mismo lugar, ya sabéis dónde.
Cris

fernando dijo...

Sin duda, no me esperaba que este fuera el enlace. Me ha sorprendido positivamente. Espero que la película produzca en mi el mismo efecto.
Nos vemos hoy.

josejazz dijo...

Bueno, pues tras ver la peli, la verdad (lo siento mucho, pero es lo que pienso...) es que aunque me parecía muy interesante el argumento, no he llegado a interesarme por los personajes ni por sus conflictos; en ningún momento me identifico con sus sentimientos, con lo que piensan o dicen. Aparte de no tener ninguna acción, lo que ya supone un handicap, si no están pasando cosas tienes que hacer que el espectador se interese e identifique con los sentimientos, pasiones y conflictos de los personajes. Y esto no ha ocurrido. Más suerte para la próxima vez...