sábado, 28 de julio de 2007

Layer Cake (Crimen Organizado)


(Craig ganando puntos en Layer Cake para ser el nuevo Bond)
Antes de despedirnos por vacaciones volvimos a reunirnos en casa de Cris y disfrutamos una vez más de su hospitalidad y ese pedazo de proyector. Ya solo nos queda pasarnos un poco antes y jugar una partidita de billar.

Aún no entiendo las caras de extrañeza que despertó en el personal una de las propuestas de Fernando para la velada: Evil Dead II, obra dignísima del "asombroso" Raimi con su actor fetiche y siempre genial Bruce Campbell que fue rechazada de plano. Señoritos y señoritas sepan ustedes que no solo perdimos la oportunidad de desternillarnos con las excentricidades de esa panda de chalados sino que además dejamos de ver el trabajo de un director que suele exprimir hasta las últimas posibilidades los mínimos recursos económicos con los que suele contar para transformarlos en unos recursos expresivos espectaculares. Ténganlo en cuenta para la vuelta de vacaciones.

(Campbell en un momento delicado de su filmografía)

Al final como por problemas técnicos tuvimos que prescindir de otra de las interesantes propuestas (Un Destino de Ida y Vuelta), tomamos la fatal decisión de ver Layer Cake (Crimen Organizado) fiándonos un poco de las anteriores obras del mismo equipo productivo (que no creativo).
¿Resultado? pues por ejemplo, Jose se echó una siestecita, Nicola maquinó las estrategias de seducción para la cita que tenía después, Fernando se imaginaba ya en Alicante, Cris maldecía a aquel que se llevó el cable y un servidor se dedicó a dar cuenta de los nachos y el rico "hummus" que teníamos para picar.

Por último, para próximas sesiones podríamos plantearnos en serio ver la película en su idioma original y con subtítulos en español, siempre y cuando nuestros colegas extranjeros estén de acuerdo claro está. Lo digo porque en ocasiones podemos perder algún detalle curioso como en esta ocasión ha sido el tema del pastel (cake) en relación con el título, que por la cuestión de la traducción pudo pasar desapercibido. Habrá que pensarlo.

viernes, 27 de julio de 2007

Un Duro de oído

Aquel otoño del 93 un amigo encontró en mí al cómplice moral que le ayudaría a escaparse de la vigilancia de los bedeles. A media mañana siguiendo el plan previsto atravesamos el portón que nos mantenía a buen recaudo en el centro escolar; juntos escapamos de las clases y nos dirigimos apresurados a uno de los colegios mayores cercanos al instituto. Ese día no solo vi por vez primera Perdición/Double Indemnity sino que también entré en contacto con los ambientes universitarios. Como siempre, en esta ocasión no podía ser de otra manera y allí estaba una vez más entrando en un nuevo mundo por medio de sus elementos marginales para descubrir las debilidades corrientes.






(James M. Cain, 1892-1977 , autor de la novela )




Hasta esta noche, de aquella primera ocasión sólo recordaba la historia de un hombre que sucumbía inevitablemente ante la ambición de una mujer. Desde entonces no había vuelto a tener oportunidad de verla de nuevo y aquella idea y el buen sabor de boca que me dejó entonces fueron lo que me motivó a sugerirla para el primer pase del Club Noir. Para mi sorpresa al verla de nuevo me he sentido en un primer momento decepcionado respecto a la historia. En esta ocasión ni las artimañas de seducción de la mujer fatal ni la gravedad de la caída de su presa me han parecido ni tan asombrosas ni tan dramáticas como para impresionarme hoy de la misma manera que me marcó entonces. Además, la experiencia ha sido contradictoria en un doble sentido, primero por esta desilusión que he señalado, segundo porque a pesar de todo algo ha habido en la película que me ha vuelto a emocionar, más incluso que entonces y que como las cosas buenas ha hecho acto de presencia delicadamente, poco a poco.


Después de lo que hemos hablado pienso que al menos por lo que se refiere a la película* seguiremos sin reconocer gran parte de su valía si continuamos centrando nuestra atención en el personaje que interpreta la Stanwyck -Phyllis Nirdlinger- y buscamos un sentido a la conducta del protagonista basándonos en ella. No solo es que la muchacha resulte un personaje borroso por el estilo directo y subjetivo (tal como señaló Jose) de la narración sino que se trata en verdad de un personaje muy secundario sobre el cual se apoya la trama para no descabalgar pero que fácilmente podría haber sido sustituido por cualquier otro motivo. Ella no pasa de ser una mera excusa para despertar algo de una envergadura moral mucho mayor que la lujuria. No estamos ante un ejemplo de la caída por la sensualidad sino ante el hundimiento por la necedad que brota de una vanidad devastadora. Ella es la espita que da rienda a la ambición de un tipo que por ser en el fondo un duro de oido no tiene conciencia de sus facultades ni de sus potencias.


Huff -McMurray- no sabe dónde está ni quien es. Su vulgaridad -y la nuestra- pasa por el desconocimiento de la propia identidad y por la ficción obsesiva de ser dueños de nuestro destino. Su charlatanería pretende llenar un vacío oculto muy peligroso, que llegado cierto punto, en la medida en que se anhela ser salvado, desata un rosario de acciones compensatorias y egoístas. La desesperación le hace creer en sí más allá de sus posibilidades y echar por tierra las que tiene. Por un momento además piensa tener la sabiduría suficiente para dominar el sistema pero el tiempo demostrará que ignora la realidad de la que es partícipe.

(Fred McMurray y Edward G.Robinson)


Por el contrario el tipo que tiene la virtud de atender y no dar por hecho nada es Keyes, el otro polo fundamental de la historia. Que brille de la manera como lo hace en la película este personaje no solo se debe a la tremenda interpretación que realiza G. Robinson sino a que nos encontramos ante una figura rotunda en todos los sentidos. Él es el verdadero sabueso, el Detective, aquel que ama la comprensión de los hechos y que pretende el descubrimiento de la verdad; un hombre que está facultado para desempeñar la tarea más digna porque es honrado consigo mismo al estar dotado de una heroica humildad. Lo cual nos obliga a hablar de ese "enanito" (genio) al que constantemente se está refiriendo a lo largo de toda la película: Keyes oye voces, del mismo modo como Sócrates atendía a su daimon (de nuevo gracias a Jose), es decir, escucha hablar a las situaciones. Y todo porque el mundo responde agradecido a aquellos que tienen la valentía de escucharlo. Una vez más nos encontramos ante la cuestión del coraje: las claves le serán entregadas a quien se desprenda de la obsesión de sí.
Al final Huff acaba doblándose bajo el peso de su culpa y desesperadamente intenta ponerle remedio y compensar los males de su debilidad, de manera que al menos sus actos miserables salpiquen lo menos posible sin que destruyan el amor entre Lola y Nino.


La película nos acerca a la demolición de una relación estimable (inteligentemente señalado por Fernando) entre dos hombres -una amistad si se prefiere-, dos tipos que mientras supieron cada uno estar en su sitio hizo del mundo un lugar mucho más justo. Y esto me recuerda que para algunos de nosotros resulta harto difícil atender a nuestra naturaleza y que perdidos damos rienda a nuestra vanidad y entramos al trapo de cualquier excusa que señale una brillantez de la que quizás escaseamos. No podemos dejar de señalar el sentido traidor entre maestro y alumno -preciosa la figura reiterada de la lumbre-. Huff deja de respetar a su mentor en el momento en que considera que puede estar por encima de la mecánica del sistema sin que el otro pueda saberlo. Al final confiesa.
La decepción es una bala infalible que atraviesa el corazón; apuntes donde apuntes, te escondas donde te escondas, siempre rebota y te revienta las entrañas. Aquellos que hayan muerto alguna vez presa de la vergüenza entenderán las maneras. Ellos sabrán que no hay lugar dónde poder esconderse de la propia censura.


(Raymond Chandler, 1888-1959, coguionista junto a Wilder de Doble Idemnity)



*Descubro con sorpresa ojeando Pacto de Sangre -la novela de James M.Cain sobre la que está basada la película- cómo su autor orquesta la trama en torno a la idea de la seducción destructiva de la mujer sobre el hombre. Eso me permite especular que puede que debamos a la revisión de Raymond Chandler el nuevo cariz de la devastación en los términos de la vanidad.




domingo, 22 de julio de 2007

SESIÓN GOLFA EN CASA DE CRIS


Por fin celebramos nuestro primer cineforum...Al final gracias a Cris, que nos prestó su minipiso, pudimos hacer nuestra primera peli, que es la que dos meses antes os resumí en la web. Estuvimos 6 chicos y 4 chicas (incumpliendo la ley de igualdad, menos mal que no se ha enterado Zerolo...). La peli tuvo una aceptación desigual, esto dio para debatir durante casi dos horas (estilo Garci, pero los fumadores a la cocina...). Nos lo pasamos genial, y como podéis ver en las fotos, hubo alcohol y picoteo a raudales. Quedamos en que la próxima peli la elige Fer, así que iros agarrando a la silla...

PD: la siguiente será este viernes a la misma hora y en el mismo sitio, y esta vez, CON PALOMITASSSSSSSSSS...